No lo vemos, pero es lo que alimenta nuestros hogares y negocios con electricidad de mayor limpieza ambiental.
Nos calienta y nos enfría, según la estación del año, y permite que se ejecuten los procesos que traen los alimentos hasta nuestra mesa.
Lo anterior son razones suficientes para verlo a través de los beneficios que nos aporta en la cotidianidad, y entender a fondo qué es el gas natural y por qué es importante.
¿Qué es el gas natural?
El gas natural, es el combustible fósil más limpio de la tierra, incoloro e inodoro en su estado natural.
Está compuesto por cuatro átomos de hidrocarburos y un átomo de carbono, y posee muchas cualidades que lo convierten en una fuente de energía económica, de combustión relativamente limpia y sobre todo, eficiente.
Es importante aclarar que la quema de gas natural para obtener energía, produce menos emisiones de CO2, que todos los demás combustibles derivados del petróleo, lo cual hace que su uso sea favorable en términos de efecto invernadero.
Y en ese sentido, los sectores industrial, residencial, de generación eléctrica, comercial y de transporte, lo utilizan a fin de calentar, enfriar, generar electricidad y crear materiales indispensables (como acero y concreto) y más.
¿Cuál es la importancia del gas natural en la sociedad?
Las propiedades de combustión limpia del gas natural, han contribuido a que su uso aumente y se haga indispensable en la sociedad, debido a que toca casi todos los aspectos de nuestra vida todos los días.
Alimenta los hogares y negocios con electricidad; nos permite usar la calefacción en invierno y el aire acondicionado en verano; alimenta nuestros medios de transporte y los camiones que entregan mercancías a los mercados.
Además, dentro de cada una de esas operaciones, hay muchas otras funciones importantes para que todo funcione correctamente.
Por ejemplo, la electricidad generada a partir del gas natural, no solo alimenta a los pequeños dispositivos que usamos todos los días (como los teléfonos inteligentes), sino también a las redes de computadoras que mantienen en funcionamiento nuestra sociedad.
Es decir, el no poder usar tu cafetera sin electricidad a gas natural, no sería tan catastrófico como el hecho de que la misma energía tampoco alimentara a los semáforos en los que confiamos nuestra seguridad en las vías de tránsito.
Y eso no es todo, el gas natural también se utiliza para ejecutar tareas industriales que permiten procesar la materia prima de los productos que consumimos y los fertilizantes que los agricultores utilizan para cultivar los alimentos que comemos.
De modo que, pudiéramos sintetizar la importancia del gas natural en los siguientes puntos:
- Genera menores cantidades de CO2 del efecto invernadero, debido a que se quema más limpio que otros combustibles.
- Es extremadamente confiable, a diferencia de la energía eléctrica que pudiera dejarte sin energía durante una tormenta.
- Es menos costoso que otros combustibles fósiles.
- Su versatilidad permite que las centrales eléctricas arranquen y paren de una forma más rápida, que si se tratara de una central de carbón.
El consumo mundial de gas natural ha aumentado anualmente durante la última década, y aunque el sol y el viento puedan ser sustitutos, el gas natural sigue desempeñando un papel fundamental como respaldo.