Cada verano sucede lo mismo: Los grados aumentan, y es solo cuestión de tiempo para que

 enciendas el aire acondicionado y configures la temperatura que alejará el calor de tu hogar, pero… ¿lo haces conscientemente?

Es decir, por más fresco que se sienta el aire en tu hogar, también tienes que tomar en cuenta el costo energético que puede representar, y una forma de empezar a usarlo con conciencia es sabiendo cuál es la temperatura correcta para el aire acondicionado. 

¡Toma nota!

¿Cuál es la temperatura ideal para el aire acondicionado?

Todo el mundo tiene una opinión sobre la temperatura correcta para el aire acondicionado, pero lo cierto es que la idea detrás de estas recomendaciones es sentir un ambiente fresco, sin tener que pagar altas cuotas de electricidad cada mes. 

Veamos. 

En España, encender el aire acondicionado durante las horas pico, equivale a unos 24  céntimos de euros por hora, así que imagínate eso varias horas al día, todos los días, mientras dura el verano. 

Un costo bastante importante, sin lugar a dudas. 

¿Y qué se puede hacer? 

Refrescar el hogar inteligentemente.

Si deseas mantener ese coste bajo, pero tampoco quieres sudar a mares, tienes que encontrar un punto óptimo; es decir, una temperatura que te resulte adecuada pero que no cueste demasiado mantenerla. 

¿Cómo identificamos la temperatura idónea? 

• Comienza configurando tu aire acondicionado en alto. 

• Para intentar encontrar la configuración correcta para tu aire acondicionado, debes empezar por alguna parte, así que lo que te sugerimos es hacerlo en los 25 grados.  

Y es que, esa es una temperatura fresca, cómoda y que no debería hacer que tu factura se dispare. 

• Si te parece bien, aumenta un grado más y verifica qué tan abrigado puedes estar y aún sentirte cómodo. 

• Si te parece que esa temperatura no es cómoda para ti, entonces baja un grado a la vez, tratando de mantener un punto de equilibrio. 

Algo que te ayudará a tomar mayor conciencia de esto, a fin de que adaptes tu cuerpo, pero sobre todo tu mente, es recordar que cada vez que reduces la temperatura, agregas un poco más a tu factura eléctrica. 

Ahora bien, también puedes intentar usar un ventilador de techo, ya que hace circular el aire frío, y aunque no reduce la temperatura por sí mismo, sí que ayuda a sacar un mayor provecho del aire acondicionado.